Kermés Orgi es un festival sostenible. Por ello, los eventos con entrada tienen PRECIO POR VEHÍCULO, no por persona. Os animamos a que compartáis vehículo: Cuantas más personas vayáis en él, más económico será y menor huella de carbono generaremos (¡También para los eventos sin entrada!).
- Este evento ha pasado.
Exposición fotográfica
“FRONTERA-MUGA”
Jun 10, 2023// 10:00 - 13:00
Frontera
“In photography there is a reality so subtle that it becomes more real than reality”
(“En la fotografía hay una realidad tan sutil que llega a ser más real que la realidad”)
(Alfred Stieglitz)
Esta exposición es la culminación del trabajo de investigación fotográfico iniciado a principios del año 2020 e impulsado por el empeño de varios miembros del Colectivo Zzzz.
Toda fotografía, al menos, es muro que une y separa, que fija y delimita, que atempera y fulmina el mundo real, de lo captado por la cámara y fijado por los geles de plata en el papel perecedero, de la imagen empapelada y expuesta. Además, nos remite a una realidad subyacente y nos aleja de ella a través de la elección de la mirada del artista que dispara su intervención sobre lo pensado.
Podríamos afirmar que una fotografía es una frontera real y virtual a la vez, material y sublime, que nos acerca a la realidad fotografiada y a la vez nos aleja de ella creando una distancia infranqueable, que ha de pasar por la psique del artista, por la idea primigenia del fotógrafo “creador” de imágenes, que capta con su cámara esa realidad más real que la misma realidad, valga la redundancia, como nos señala Alfred Stieglitz (fotógrafo estadounidense, 1864-1946).
La fotografía, así considerada, es una hipérbole de la realidad, es una ironía de lo real, una mentira más verdadera que la propia realidad. En este sentido Joan Fontcuberta dice en su ensayo La Cámara de Pandora: “Y lo cierto es que, para el hombre de la calle, una fotografía apela en tanto que fotografía a un compromiso de la realidad. Nos exige que creamos en ella”. La misma como frontera apela a la realidad, nos une a ella y nos distancia del mismo modo.
Alberto Manguel en su libro “leer imágenes” equipara una exposición a un teatro donde los actores nos llevan entre ficción y realidad y dice que “una imagen, pintada, esculpida, fotografiada, construida o enmarcada, es también un escenario un lugar para la representación teatral. Lo que el artista pone en ese lugar y lo que el espectador ve representado allí confieren a la imagen cualidades dramáticas, como si a ésta le fuera posible prolongar su existencia en un relato cuyo comienzo se ha perdido el espectador y cuyo final desconoce el artista”.
En esta exposición las imágenes, ordenadas en una desordenada apariencia, nos van llevando caóticamente sobre las diversas acepciones fronterizas. Desde las físicas, muros de piedra construidos con esfuerzo, hasta las más virtuales e íntimas hechas de prejuicios y desprecios, de incomprensión y desconocimiento, pasando por todas las formas fronterizas que nos unen y nos separan, nos acercan y nos distancian.
Estas, además, aparecen, se crean, se construyen y evolucionan, menguan y desaparecen … y cual Ave Fénix se materializan en otras de sus primigenias formas de virtualidad real. Siempre habrá fronteras. Y siempre desaparecerán.
Como señala Alberto Manguel en su libro podríamos afirmar de esta exposición que toda “obra de arte nos debe obligar a un compromiso, a una confrontación; debe dar pie a una epifanía, o crear al menos un espacio para el diálogo”, que “ayuda a que cada cual se formule su pregunta, sin suministrar respuestas”. (Alberto Manguel).
El Colectivo Zzzz surge en mayo del año 2013, así que en unos días cumplirá sus primeros 10 años de vida.
Aparece respondiendo a la necesidad de contar con un ámbito de encuentro y desarrollo de la fotografía y de otras expresiones artísticas. Aunque pronto se fue limitando exclusivamente al ámbito de la fotografía, fue trazando después una primera frontera virtual.
El colectivo sirve a sus miembros para canalizar intereses, inquietudes y proyectos, convirtiéndose en lugar de encuentro y descubrimiento donde cada integrante sigue teniendo su enfoque personal y proyecto propio. Pero ya desde el principio no quisimos que fuese solo un grupo en el que se intercambiase información, se valorase el trabajo de los demás o se aprendiese de los otros, sino algo más.
El Colectivo Zzzz fortalece el empeño y desempeño fotográfico de sus miembros al tiempo que ayuda a hacer visible nuestro trabajo, nuestras creaciones, en un momento en el que la fotografía se ha popularizado tanto que resulta difícil “hacerse ver” y destacar entre la avalancha de imágenes que se nos presenta y satura no pocas veces. Pretende que el receptor de nuestro trabajo lo valore, que sea capaz de ver “algo” distinto a lo habitual y que disfrute de ello, que traspase algunas fronteras férreamente fijadas por los años.
La pasión por la fotografía es lo que nos guía y hace que vayamos siguiendo una ruta, una pasión que necesitamos compartir, siendo el colectivo el factor multiplicador que favorece esa difusión.
El Colectivo Zzzz genera la energía para seguir trabajando en nuevos proyectos. Este que os presentamos es el último proyecto realizado, esperando que lleguen muchos más.